Yo también quiero una Moleskine

La libreta de
Vincent van Gogh (1888–1890)
Kept in the Van Gogh
Museum of Amsterdam

Jamás he tenido una Moleskine en propiedad. A todo lo más que he llegado es a tener en mis manos imitaciones que me parecieron bastante burdas.

He conocido la existencia de estas libretas, curioseando por la Red, y este fin de semana de nuevo a venido a mi mente este artículo al verle a una amiga mía una cartera con un diseño imitando a la famosa marca.

Se trata de una agenda de notas, con unas cubiertas hechas de una tela llamada moleskin, un marcador de páginas y una goma que permite cerrar el cuaderno. Se empezaron a fabricar en el siglo XIX , en pequeñas industrias francesas que servían el producto a las tiendas parisinas. Allí las compraban los bohemios como Matisse, Van Gogh, Picasso que las utilizaban para sus bocetos. Durante el siglo XX continuaron teniendo mucha fama entre literatos de la talla de Hemingway, o viajeros como Chatwin.

En 1986 cerró la última fábrica de producción de Moleskines, pero no habían pasado dos años cuando los italianos de Modo & Modo volvieron a lanzarla al mercado, con nuevos diseños pero manteniendo la goma y el punto de lectura.

Los usuarios de Moleskine hablan maravillas de la libreta. Calidad, comodidad, un toque de bohemia y belleza se unen en este artículo.

Como ya he dicho, todavía no tengo ninguna, cuando la consiga ya os lo diré.