23 noviembre 2007

Empezar con buen pie… o buena rueda.

Por temas de trabajo, tengo que llevar una furgoneta de la empresa, que como va por leasing cada cinco años la cambian por otra nueva. El caso es que el pasado viernes 16, fuí a dejar la “vieja” y a recoger la nueva furgoneta.

Primero la aventura de llegar al lugar guiado por lo que saqué por Internet para ver por donde ir. Siempre hay partes que llegas y te sale un desvío a la izquierda y otro a la derecha, o seguir de frente, que ya acabas perdido, pero bueno al final llegas, que el sitio estaba a 37 Kms de la oficina…A ver si me compro un GPS que buena falta me hace.

Te explican los detalles de cómo funciona, lo que tiene, lo que no… que mira que son tacaños los de la empresa de leasing, que como mi jefe no indicó que pusieran los altavoces traseros…pues ¡no los pusieron!. Lo que le dije al comercial, que hay que ser cutre, que eso ni se pregunta. Así que los asientos no sé como es que los pusieron por que mi jefe no indicó nada… como me ha dicho mi jefe… es que ni siquiera viene una casilla que pregunte si los quieres o no…si la otra tenía los altavoces… ¿cómo no los va a tener ésta que es nueva?

Luego, para volver, me avisan que tiene muy poca gasolina y que echara cuanto antes que no iba a llegar a donde trabajo, total que dices, menos mal que la que le entregué estaba igual de llena, que vaya plan…total que te metes otra vez en carretera, que no ves ni una gasolinera y cuando ves una… te tienes que desviar y meter de nuevo en ciudad, pues ya la hemos cagado, que para encontrar de nuevo el camino por donde iba…a dar unas vueltas….hasta que por fin apareces en la oficina con la furgoneta nueva…ya hemos hecho 70 Kms… 37 de distancia real y el resto…las vueltas de más hasta encontrar algo conocido, ¡ojo, que ya tenía 11 ó 12 Kms!

¿Pero, cómo se empieza con buen pié con una furgoneta?, ¿Cómo se estrena adecuadamente?. Bueno, se me ocurren varias formas para estrenarla, pero mi forma fué la más habitual… volviendo de la oficina, para llevar a mis compañeros a la estación de tren, ¡pinché la rueda trasera!


Del color de la furgoneta mejor ni hablamos, ¿verdad?

Vale, que me explicaron los detalles de la nueva furgoneta, menos mal que me dijeron donde estaban las herramientas, que cuando abres la tapa, dices "¿Y la rueda?, ¡Anda si va por debajo!". Busca la forma de sacar la dichosa rueda, que encima para sacarla tienes que estar de rodillas y mala postura. Luego el tema de aflojar los tornillos, en fin todo el proceso hasta que cambias la rueda.

Vale, seguimos el camino, con el mal rollo de estrenar la furgoneta así, y con la prudencia al máximo, que ya no tengo la rueda de repuesto para otro pinchazo.

Luego viene lo bueno, que es indignante: Ya el lunes llamas a la empresa del seguro, que te dicen de ir a un taller y una vez que vas, dejas la rueda, dejas todos los datos… y que te llaman a última hora diciendo que la empresa ésta de leasing no da permiso para poner la marca de la rueda que tienes, que tiene que ser de otra marca más barata…(no voy a decir el nombre de estas marcas… que todavía no nos patrocinan).

Total que reclamé a la empresa ésta por el asunto y ya me dan otra dirección que me la cambian por la marca indicada, ya que el primer sitio sólo cambia ruedas por la marca que no nos autoriza. Empezamos bien con la furgoneta, ¿no? Les dije: "denme un sitio que me lo hagan seguro, que no quiero hacer la ruta de los talleres…"

Otra vez a ir a recoger la rueda al primer sitio y luego llevarla al segundo sitio donde sí me la arreglan, ¡qué gusto cuando me la cambian! ¡por fin!

Mi consejo, no pinchar y cuidado con los bordillos, que por culpa de uno… tuve todo este rollo.

Nota: Acabo de llamar a casa, justo antes de enviar esto a Pilar… ¿y que diréis que se ha roto?

¡La rueda del carrito de la niña!

Una semana “redonda”…

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