17 diciembre 2007

Irmandade Fusquenlla

Durante la Edad Media, los grandes linajes gallegos (Ulloa, Soutomaior, Andrade, etc.) se valían de su inmenso poder para avasallar a la población, fundamentalmente campesinos.

En el año 1431, Nuno Freire de Andrade necesitaba recaudar dinero para poder recibir con grandes fastos al infante Henrique IV de Aragón que iba a visitar Galicia. Para ello no se le ocurrió más que cargar a sus vasallos con un nuevo impuesto. Este tributo soliviantó a la población: los hidalgos, los campesinos y parte del clero de Compostela se fueron uniendo y bajo el mandato de Roi Xordo consiguieron reunir un ejército de 3.000 hombres, que aunque pobremente armados, contaban con la fuerza y el empuje de sus ideal de lucha contra la injusticia.

La revuelta, que se iniciara en Ferrol, Puentedeume y Betanzos, las tierras del de Andrade, llegó hasta los obispados de Lugo y Mondoñedo. Se la conocía por irmandade fusquenlla, y sus seguidores eran los irmandiños.

Roi Xordo y sus seguidores destruyeron alguna fortaleza nobiliaria, como el castillo de Moeche, y pusieron rumbo a Santiago de Compostela. Pero mientras tanto, Nuno Freire de Andrade había solicitado ayuda al arzobispo de Santiago y al rey de Castilla para que reforzaran su propio ejército y cuando los Irmandiños llegan a las cercanías de la tumba del apóstol, sufren una cruel derrota motivada por la desigualdad en la batalla.

La represión posterior fué dura y el propio fidalgo Roi Xordo murió en ella, pero en los siglos siguientes su historia pasó de padres a hijos. Es nuestro propio Robin Hood gallego.


1 comentario:

raindrop dijo...

Siempre me acuerdo de esto cuando paso por Pontedeume y veo la torre allá en el monte.

besos