16 abril 2008

La planta 14

Es tarde. Llegas cansado a casa. Estás solo. Hoy ha sido un día de mucho ajetreo en la empresa, pero ya todo terminó y contrasta con la quietud que ahora mismo te rodea.

Vas a la nevera. Tomas el último yogurt, a punto de caducar, que hay en ella. Enciendes el ordenador. Miras el correo. Visitas alguna página. Puede que ojees algo en la edición digital de cualquier diario. Seguro que te paras en las noticias relacionadas con Cuba, al fin y al cabo has dejado muchos amigos allí cuando estuviste trabajando aquella larga temporada, y que parece que fué hace más de un siglo.

Seguro que te sientes raro, como el día........y empiezas a entonar, con la boca cerrada, esa canción que siempre te eriza el vello de la piel:






En la planta catorce del pozo minero
de la tarde amarilla tres hombres no volvieron,
hay sirenas, lamentos, acompasados aies
a la boca del pozo.

Dos mujeres de luto anhelando dos cuerpos
y una madre que rumia su agonía en silencio,
es el tercero.

A las diez, la luna clara
se refleja en las sortijas del Patrón recién llegado,
con sombrero, gravedad y su aburrido gesto.
El ha sido el primero, vendrán gobernadores,
alcaldes, ingenieros.
tratarán de calmar,
la presentida viuda que se muerde el pañuelo
no sabrán acercarse a la madre que les mira
con los ojos resecos.

A las doce el patrón mirara su reloj,
los otros ya se fueron
y en un punto y aparte esbozará un fastidio
mientras piensa ¿pero donde están estos?

Ha llegado otro relevo de bomberos
y la una menos diez era la noche
el primero muerto
Sentados en el suelo, los mineros
se hacen cruces y reniegan de Dios
quién diría les pillara de sorpresa la tragedia repetida,
A veces el más bravo se le queda
mirando fijamente al patrón
con dientes apretados.
Y el patrón con sombrero,
tiene dos policías a su lado, no hay cuidado

Tres horas lentas pasan
a la luz de las linternas asustadas.
El cura, con los ojos arrasados,
al segundo le va uniendo sobre el pecho las manos.
Y un chaval de quince años,
mientras llora impotente, se abraza contra un árbol.
Y el chófer del patrón con su gorra de plato
se siente desplazado, es un hombre prudente,
bien domado.

El rocío ha calado hasta los huesos cuando sale el tercero.
Le recibe con sonrisa gris azul la madrugada,
y con voces los mineros,
mientras se abrazan todos y uno de ellos,
el mas fiero, por no irse al patrón
llora en el suelo.


Yo también la estoy entonando.


4 comentarios:

Sib dijo...

Pilar, te conozco a traves del blog de rain, preciosa canción que siempre que la oigo, muchas veces por cierto, hace que la emoción y la conmoción salten como si fuera la primera vez. Que poco pensamos en aquellos que trabajan en las tripas de la tierra rezando para que ella ,la tierra, no se enfade y les arañe con algún arrebato de los suyos...
Me alegra mucho haber pasado por aqui...y por cierto yo tambien la he cantado con vosotros.
Un beso

José Calvo dijo...

Penso que é a canción con maior capacidade para emocionar que escoitei na miña vida, poucos textos son capaces de alterar asi o estado de ánimo. Esta noite, despois de pasear po-los titulares de "La Voz" se me volveron poñer os pelos de punta, entonando, e na derradeira estrofa, cantando.
Grazas, sempre encontro unha sorpresa cando entro no teu blog.
Bicos.

Pilar dijo...

Sib, gracias por tus palabras.

Desde luego es una canción que no puede dejar indiferente a nadie. Cuenta una historia tan dura, y de una forma tan gráfica que sobra todo lo que yo pueda comentar. Es una canción para "sentir", sin más. Habla de lo dura que es la vida para mucha gente, para los que simplemente luchan por sobrevivir. Al menos así la veo yo.

Gracias por unirte, ha sonado tan hermosa por ser muchas las voces que la entonamos.

Un beso Sib.

Pilar dijo...

José Manuel, alégrame ver que neste mundo aínda hai moitos "irreductibles galaicos" que se siguen a emocionar coa letra dunha canción.

Espero poder seguir sorprendéndote de cando en vez....¡gosto tanto das sorpresas!

Un bico