13 marzo 2009

Cabaret

Para sobrevivir en esta vida sin volverme loca utilizo un arma: la anestesia.

Quiero decir con ello que no puedo vivir siempre pensando en los conflictos, guerras, violencias y vilezas que como seres humanos somos capaces de generar. Y para ello empleo cualquier recurso que sirva para evadirme. Lo que sea.

Me da un poco de vergüenza, pero si no fuera por eso, hace tiempo que no estaría aquí.

Hace dos o tres años los padres de una amiga mía habían sacado las entradas para asistir al musical "Cabaret". Por razones que no vienen al caso no pudieron asistir, y le dieron las entradas a la hija que, a su vez, me invitó a ir con ella. Quizás sea algo trivial para alguien que viva en una gran ciudad, pero para una persona que lo hace en una pequeña, donde los espectáculos de este calibre no son lo habitual (y menos cuando salen gratis), pues podeis imaginaros la fiesta.

Recuerdo que el musical me encantó, los números me parecieron fantásticos tanto en la parte musical como en la teatral, los actores, los músicos, los encargados del escenario y de las luces....para mí fué una fiesta. Lo único que lamento fué el frio aplauso que se le dió a los actores cuando terminaron la obra. Fué el momento en que me sentí más pueblerina, en el peor de los sentidos, que nunca. Porque hay que admitir que los artístas dieron lo mejor de sí en el escenario.



No es vanalidad, o eso espero, es simple supervivencia. Mi cabeza necesita respirar de vez en cuando algo diferente a la fetidez que desprende la maldad humana. Y no sé porqué hoy he recordado cuando pude ver "Cabaret" en A Coruña.

1 comentario:

raindrop dijo...

Tiene que haber un poco de cada cosa, si es oportuno.
El arte siempre es oportuno... ¿qué sería de nosotros sin expresiones artísticas? Al menos, a mí me reconcilian con la vida.

besos