15 julio 2008

Me manifiesto por la diversidad.

En El Mundo he podido leer el Manifiesto por la Lengua Común, y todavía estoy llena de estupor. No quepo en mí.

En su exposición parten de unos supuestos:
  • Empiezan diciendo que el castellano es la única lengua oficial en todo el territorio, y contar con ella como "lengua política" común es una enorme riqueza para la democracia. Y es verdad que es la única lengua común a todo el territorio, pero eso ha sido debido a los aconteceres históricos, nada más. Y aunque no entiendo lo que quieren decir cuando mencionan la expresión "lengua política" (para mí la lengua es un instrumento, así que imagino que se refieren a la lengua como "instrumento político"), desde luego tengo clarísimo que la riqueza para la democracia es la existencia de muchas lenguas, y no precisamente la imposición de una sola pudiendo haber más.

  • En su segundo punto menciona que son los ciudadanos los que tienen derechos lingüísticos, y en esto estoy de acuerdo. Tengo claro que las mesas, o los coches, todavía no hablan. Las personas tienen derecho a recibir educación y ser atendidos por la Administración en cualquiera de los dos idiomas, sin imposición. Y también estoy de acuerdo, pero esto es válido tanto para el castellano como para cualquier otra lengua española. Y de ahí deduzco que lo lógico es que en las comunidades donde coexistan dos lenguas, en la educación deberán enseñarse ambas, y en su Administración también deberán convivir ambas. El Manifiesto dice que no se deben imponer esas "lenguas minoritarias", pero por lo que aparece en todo el escrito, hay una incongruencia de bulto al expresar la idea de la imposición del castellano. Y por otro lado, es de burros el querer enseñar en castellano a un niño pequeño cuya lengua materna es otra. Va contra todo método pedagógico a menos que quiera ser de corte dictatorial . Y terminan este punto señalando a la "normalización lingüística". Pues prefiero ver un cartel que ponga "Porto do Son", o "Sanxenxo", en lugar de "Puerto del Sonido" o "Sanjenjo" (que traducido es San Ginés, para información de los que escriben los nombres de los pueblos).

  • El tercer punto de la introducción habla de la obligatoriedad del castellano que es derecho y deber de los ciudadanos. Y yo añado que también del otro idioma de la comunidad, ¡que el saber no ocupa lugar, hombre!

  • El Cuarto punto hace mención al artículo 3.3. de la Constitución: "las distintas modalidades lingüísticas de España son un patrimonio cultural que serán objeto de espcial respeto y protección", para añadir luego que se trata de una disposición generosa. ¿Generosa?. Bueno, lo que me faltaba por oir, mejor dicho, por leer. ¿Cómo que generosa? El catalán, el vasco, el gallego, no son "regalos" de nadie. Son un patrimonio cultural de cada uno de esos pueblos. No son regalo de nadie.

  • El quinto y último punto de la exposición de motivos dice que como estas lenguas ya están resarcidas de las prohibiciones y acosos sufridos en épocas pretéritas, ya no debe de existir la discriminación positiva para con ellas. Y nadie mejor que yo para decir al mentecato que ha redactado eso que hoy en día sigo sufriendo las consecuencias. Y que eso que menciona de discriminación, marginación o minusvaloración de los ciudadanos monolingües en castellano pues, naranjas de la china. Que con mi poco conocimiento del castellano voy a cualquier lado, mientras que con mis escasos conocimientos del gallego, me miran como si fuera invisible cuando no se mofan de mí en ciertos círculos.
Luego de enumerar esta pequeña exposición, el Manifiesto pide una serie de medidas que concreta en cinco puntos:
  • En su primer punto se señala que el castellano debe ser la única lengua que debe ser impuesta. Ufff, me sonrojo de pensar que en aras de no sé que cosa, se pida la "imposición" de una lengua y se pida la eliminación de la "imposición" de otra. ¡Caray, que si podemos tener dos lenguas, ¿porqué tirar a la basura una de ellas? ¿no es eso una deslealtad para con nuestro propio acervo cultural?

  • El segundo punto es un poco más de lo mismo. Se pide una lengua vehicular exclusiva que, por supuesto, debe de ser el castellano. Sigo diciendo lo mismo, es de mendrugos tirar una lengua, con todo lo que eso supone, pudiendo tener dos. Y si hubiera que elegir, ¿quién es el que decide por mí que he hacerlo por el castellano y no el gallego?.

  • El tercer punto pide personal en la Administración con capacitación para atender a los administrados en los dos idiomas, cuando en la comunidad haya dos idiomas, pero que no todo el personal funcionario ha de tener tal capacitación. Yo, por más vueltas que le doy, no me aclaro. Si hago un escrito en castellano, el funcionario ha de saber castellano, tiene que saberlo porque además es un servicio público, no lo olvidemos. Y lo mismo si mi escrito es en gallego. Con la crisis que hay, sólo me faltaría tener que pagar con mis impuestos el doble de funcionarios porque no hablen las dos lenguas que haya en las comunidades bilingües.

  • El cuarto punto alude a la señalización y rotulación. Piden que sea en ambos idiomas. Pues no me parece mal, claro que eso va a salir más caro, en cuyo caso y para ahorrar estoy a favor de que se haga en la lengua propia de la comunidad.

  • Y el quinto punto y último no tiene desperdicio. Dice algo así como que los políticos deben de hablar, siempre que se trate de sus funciones institucionales, en castellano. Tanto en España como en el extranjero. Bueno, bueno, bueno....con lo maravilloso que a mi me parece que se hablen muchas lenguas, y no olvidemos que todas ellas son tan españolas como el castellano.
Este manifiesto no sé a cuento de qué viene. Los firmantes no deben tener mucho que hacer. Lo que tengo claro es que cuantas más lenguas conozcamos, mejor que mejor. Y si estas lenguas son nuestras, es que ya no habría ni que pensarlo. Solamente doy un respiro a aquellos padres que quieran educar a sus hijos en un único idioma (llámese castellano, catalán, euskera, gallego o esperanto), en cuyo caso deberían enviar a sus hijos a escuelas privadas que tengan tal oferta educativa. Pero me daría pena que privasen a sus hijos de sus raíces.

En definitiva, como la lengua es una cosa que se nos impone por el mero hecho de nacer en una cultura concreta (además de otros casos concretos), al menos que nos traiga la mayor riqueza posible. Y si lo que se trata es de emplear una lengua en razón de motivos "políticos", pues todos a hablar inglés....

Noticia en El Mundo sobre el Manifiesto.
Noticia en ADN sobre el rechazo a este Manifiesto por parte del grupo Galeusca

2 comentarios:

raindrop dijo...

Las lenguas son herramientas para comunicarse, es decir, para unir. A los del manifiesto les parecen herramientas (o armas, diría yo) políticas, es decir, que tanto podrían utilizarse para unir como para separar. Ellos demuestran tener muy claras sus intenciones.
Una lástima.

besos

Pilar dijo...

Lo que más perpleja me deja es leer el nombre de los firmantes del manifiesto.

¿Vargas Llosa (al que como escritor admiro), realmente entiende que hay que primar al castellano en detrimento del gallego, por ejemplo?

En fin, respeto la opinión de esa gente, pero por lo que a mí respecta, carecen de cualquier tipo de razón.