02 septiembre 2008

Fábula del Jarrón

Cierto día, un profesor entró al aula dispuesto a dar una clase especial.

Sus alumnos de psicología, asombrados, lo veían sacar de una bolsa unos cuantos objetos. Les dijo:

-En la vida se van a encontrar con muchas situaciones para resolver.

Hoy vamos a resolver un problema.

Y dicho esto colocó una hermosa mesita en el centro de la clase, y encima colocó un jarrón de porcelana muy caro donde puso una rosa amarilla de extraordinaria belleza, y dijo así:

-¡Aquí está el problema! ¡Resuélvanlo! .

Todos se quedaron perplejos mirando aquella escena: un jarrón de extremo valor y belleza y una maravillosa flor.

¿Qué representaría? ¿Qué hacer? ¿Cuál era el enigma? ¿cómo que eso era un problema?

En un momento, uno de los discípulos, ante la mirada atónita de sus compañeros, tomó el jarrón entre sus manos, lo levantó, y lo estrelló sin asco contra el suelo. Hecho esto, volvió a su lugar.

-¡Por fin alguien entendió! -exclamó el profesor. Empezaba a dudar de la formación que les estuve dando.

Luego explicó:

-Yo fui bien claro, dije que ustedes estaban delante de un 'problema'.

No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado, terminado, concluido.

Puede ser una mujer sensacional, o un hombre maravilloso o un gran amor que se acabó, por más lindo que sea o haya sido, si no tiene más sentido para tu vida, tiene que ser suprimido porque corres el riesgo de permanecer con él por el resto de tu vida.

Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas que fueron importantes en el pasado, y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en sus corazones y mentes, espacio que es indispensable para recrear la vida, sobre todo si el problema es algún sentimiento de rencor o reproche, que aunque en algún momento te haya hecho mucho daño, eso solo forma parte del pasado.

Sólo existe una manera de lidiar con un problema, y es atacándolo de frente. No se puede tener piedad, ni ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo. No tiene caso tratar de 'acomodarlo' y darle vueltas, si al fin y al cabo ya no es otra cosa más que 'un problema'.

Déjalo, hazlo a un lado y continúa tu misión. No huyas de él... No lo escondas... ¡Acaba con él!


Nota: Esta entrada no está redactada ni por mí ni por nuestro "Roberto reportero", que desapareció (espero que temporalmente) en alguna montaña lucense. La ví en en el blog del colombiano Ciudadano del mundo. No he cambiado nada, en realidad solamente he empleado el facilísimo "copiar y pegar", espero que me disculpe, porque no tengo nada más que añadir.


Nota 2: La he puesto pensando en el Gato Miguel, que esta tarde me llamó luego de mucho tiempo y que por lo que me ha contado no tiene nada nuevo. Esto va para tí. Rompe de una vez con el pasado, con lo que no te gusta, y mira adelante. Trata de ser positivo. Dirigir la mirada hacia atrás, pensar en lo que pudo haber sido y no fué, en realidad no conduce a nada. Las cosas son como son y una vez que hacemos algo, debemos cargar con nuestra responsabilidad, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva.

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