03 noviembre 2008

Coltan, Congo y nosotros

Reconozco que todo lo que sabía de la guerra del Congo venía dado por las informaciones de la prensa y la televisión, es decir, prácticamente nada.

Pero hoy he recibido un e-mail de Amnistía Internacional y gracias a él he podido entender un poco más lo que pasa en esa parte del mundo.

Parece ser que el Congo tiene la "desgracia" de ser un país rico en minerales, y sobretodo en Columbita-Talantita, que son minerales formados por la mezcla de Columbita y Talantita en cualquier proporción, y que de forma abreviada se conoce por el nombre de Coltan o Coltán. Del Coltan se extrae el Tantalio, que debido a sus propiedades eléctricas y su gran resistencia al calor lo hace imprescindible en la fabricación de componentes electrónicos avanzados tales como ordenadores, satélites artificiales, teléfonos móviles, etc.

Reservas de Coltan se encuentran en Australia, Brasil, Tailandia, y varios países más, pero el Congo se estima que posee nada más y nada menos que el 80% de las reservas mundiales. Y si es blanco y en botella no hay duda, ¿verdad?.

Pues sí, la guerra del Congo viene motivada por la ingente cantidad de dinero que mueve esta riqueza mineral. Quien controle el Coltan controla el poder, y éste es el motivo de las cruentas luchas que tienen lugar en este país africano desde hace muchos años y éste es el motivo de la ocupación de parte del territorio del país por sus vecinos Uganda y Ruanda. De hecho, un grupo de expertos de Naciones Unidas que elaboró un informe sobre la guerra en la República Democrática del Congo llegó a la conclusión de que el Ejército Patriótico Ruanés ha creado una auténtica infraestructura basada en el saqueo del mineral de sus vecinos congoleños, supervisando la actividad minera en los territorios que tiene ocupados y contactando con empresas que demandan este producto.Los últimos destinatarios son Estados Unidos, Bélgica, Alemania, Holanda, y Kazajstán. La empresa que tiene este monopolio es una empresa mixta de tres sociedades: Africom (belga), Promeco (ruandesa) y Cogecom (surafricana), que por cada kilo de Coltan que exporta, paga 10 dólares a la Reagrupación Congoleña para la Democracia, que es el nombre que tienen los rebeldes del país.

Para conocer más podéis visitar la página de solidaridad.net, y veréis que realmente vivimos en un mundo globalizado, para la bueno y para lo malo.

En el correo de Amnistía Internacional dan algunos datos: "Una guerra en la que ya han muerto casi 5 millones de personas, más de 350 mujeres y niñas son violadas cada mes, hay casi 2 millones de desplazados, y unos 7.000 niños y niñas combaten como soldados".

Podemos poner nuestro granito de arena, o bien asociándonos a Amnistía Internacional, o bien aportando algún donativo, o bien mediante otras formas de actuación que no nos ocupan demasiado tiempo pero que ayudan, realmente ayudan.Y no te olvides de pensar que todos, como usuarios de ordenadores, también tenemos parte en esta guerra, así que no cerremos los ojos y seamos por un instante algo responsables.

Para terminar, dejo el enlace a la página de Alberto Vázquez-Figueroa, donde hace una reseña a este tema en una entrada titulada La guerra del Coltan, y es que acaba de publicar un libro que ha llamado precisamente Coltan, y cuya portada es la que aparece en la foto que ilustra esta entrada.

4 comentarios:

raindrop dijo...

uf! el tema del coltán.
Fíjate que Annie Leonard también lo mencionaba de pasada en The story of stuff.
Yo empecé a saber algo de este asunto por charlas que tuve con unos amigos ruandeses que se vinieron a vivir a Coruña (pidieron asilo en España) después de aquella guerra tribal tan feroz en el corazón de África.

Desde luego, no son cosas para quedarse de brazos cruzados. Nos afectan a todos (ahora mismo, sin ir más lejos, estoy usando un ordenador)

besos

Pilar dijo...

Todo, absolutamente todo, nos afecta (o al menos debería de afectarnos) a todos. Ahora bien, ¿hasta qué punto estamos dispuestos a renunciar a cosas o hábitos para que los problemas no sean tan críticos?

Es cierto que la señora Leonard lo mencionaba, pero no lo recordé hasta que tú lo has puesto aquí. Perdón.

Anónimo dijo...

Hola,
gracias por hablar del coltan en tu página. Escribo desde Goma. Es cierto que es este mineral, por encima de cualquier otra consideración, lo que está alimentando lo que ocurre aquí. Hablar de ello ya es algo (mucho).
No recordaba aquéllo de "por quién doblan las campanas, están doblando por ti". Qué bueno! de quién es?
Un abrazo

http://stopthewarinnorthkivu.wordpress.com/

Pilar dijo...

Poca cosa es la entrada que he hecho aquí, pero como tu dices, por algo hay que empezar. Y hablar de las cosas, es el primer paso para conocerlas y cambiarlas si es necesario.
En cuanto a la cita que dices, aparece en la dedicatoria del libro de Ernest Hemingway,"¿Por quién doblan las campanas? (ambientada en la guerra civil española). Y la sacó de un poeta inglés llamado John Donne, que compuso una poesía titulada "¿Porquién doblan las campanas?":
¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida,
Como si se tratara de un promontorio, o de la casa solariega de uno de tus amigos o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta porque me encuentro unido a toda la humanidad;
Por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.