06 marzo 2009

Mi historia con Copa Rota

Hace ya muchos años Marta, Begoña y yo decidimos pasar unos días de vacaciones en Santiago. Una locura ya que se trataba de la peor época por la plaga de turistas que sufre la ciudad en pleno estío. El tema es que le pedimos a Chús la habitación que tenía en el viejo Burgo de las Naciones, para que así la cosa nos saliese más barata, y allí nos fuimos encantadas.

Recuerdo que visitamos todos los garitos de la ciudad, y probamos las mil y una forma que existen de preparar los macarrones. También recuerdo las tarde-noches de café cargado y charlas que nos pegamos con los dos únicos moradores del Burgo que había en aquel mes de julio: uno era Mexicano, estaba haciendo el doctorado y le gustaba la fotografía. Todavía conservo las fotos que nos hizo. Era de México D.C., y su familia tenía una casa en la costa californiana.

El otro era un chico nicaragüense, que por lo que yo creo recordar había sido un guerrillero sandinista pero por el desamor de una mujer había colgado las armas y se había venido para España de forma ilegal. Llevaba clavada una herida muy honda en su corazón, y cuando regresábamos de la farra, a primera hora de la mañana, no nos dejaba dormir porque siempre tenía una canción sonando a todo volumen: Copa Rota. Y para echar más leña al fuego, Marta le recordaba a su viejo amor, así que ver a mi amiga y echarse a llorar era todo uno.

Ayer volví a escuchar esa canción, y rememoré aquellos días con mis amigas, y miré las fotografías y lamenté no recordar los nombres de los chicos. ¿Qué habrá sido de ellos? Ojalá uno sea a día de hoy un gran doctor, y el otro haya encontrado a su auténtico amor y deje de ahogar sus penas en alcohol. Por aquí, Santiago sigue con plagas de turistas en julio, sigue haciendo mucho calor en esos días, y siguen brillando las estrellas para quien sepa mirarlas.



Copa Rota
(Los Rodríguez)
Aturdido y abrumado
por la duda de los celos
se ve triste en la cantina
un bohemio ya sin fe
y llorando sin remedio
como un loco atormentado por la ingrata que se fue
se ve siempre acompañado
del mejor de los amigos
que le acompaña y le dice
ya esta bueno de licor
nada remedia con llanto
nada remedia con vino
al contrario la recuerda
mucho mas su corazón

Una noche como un loco
mordió la copa de vino
e hizo un cortante filo
que su boca destrozo
y la sangre que brotaba
confundiese con el vino
y en la cantina este grito
a todos estremeció
no te apures compañero
si me destrozo la boca
no te apures que yo quiero
con el filo de esta copa
borrar la huella de un beso
traicionero que me dio


Mozo, sírveme la copa rota
sírveme que me destroza
esta fiebre de obsesión
mozo, sírveme una copa rota
quiero sangrar gota a gota
el veneno de su amor

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