14 abril 2007

El templo de Debob

El templo de Debob fué construído en forma de capilla por el rey Adijalamani hacia el 180 A.C., en honor a Amón e Isis. Ptolomeo VI y Cleopatra II lo agrandaron durante su reinado.

La construcción de la presa de Asuán, en Egipto, puso en peligro de desaparición varios templos, entre ellos el de Abu Simbel en la década de los años 50. Luego de muchos llamamientos por parte de la UNESCO, diversos países participaron en el traslado de casi todos los templos situados en la parte norte de Nubia. En agradecimiento por los trabajos realizados, el gobierno egipcio donó cuatro templos: Taffa a Holada, Dendur a los Estados Unidos, Ellesiya a Italia y Debob a España, además de donar un pórtico ptolemaico del templo de Kalabsha al museo de Berlín.

El templo de Debob es el templo de mayores dimensiones que existe fuera de Egipto. Y se le concedió a España en el año 1968, tanto por el trabajo realizado en el templo de Abu Simbel como en el templo de Filé, aunque probablemente la gran aportación económica realizada por España a Egipto (525.000 dólares) para poder llevar a cabo todo este proceso de reubicaciones, pesara más que nada.

El templo había sido desmontado, los 1724 bloques resultantes fueron puestos en cajas y éstas se depositaron en la isla Elefantina en el año 1961. Desde que tuvo lugar el comunicado de la adjudicación a España de los restos arqueológicos, hasta que el gobierno pudo disponer de ellos, pasaron todavía más dos años.
Y por todo ello no fué hasta el año 1971 cuando de nuevo los restos del templo se trasladan, esta vez de forma definitiva a su nuevo emplazamiento. De la isla Elefantina, pasando por el puerto de Alejandría, el puerto de Valencia y de ahí a Madrid.

Luego de muchas visicitudes, el templo volvió a erigirse en todo su esplendor. Se había utilizado piedra más blanda y de distinto color, procedente de Salamanca, para distinguir las partes originales y las partes añadidas. Para imitar el clima de Nubia se instaló aire acondicionado caliente en el interior del edificio. El estanque intenta representar al Nilo. Incluso se plantaron palmeras para recordar su país de origen.

Y así se consiguió que la nueva reconstrucción fuese inaugurada el 18 de julio de 1972.

En la actualidad, es motivo de debate la mejor manera para conservarlo. Ya ha sufrido múltiples daños irreparables, pero todavía estamos a tiempo de evitar su ruina total.


Ah, para los que quieran visitarlo: se encuentra en Madrid, en el parque del Oeste. Desde su ubicación hay unas puestas de sol inmejorables -recordar que está orientado este-oeste-.

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