El uso de la palabra "Don", como tratamiento de cortesía, ha variado mucho a lo largo de la Historia.
Su origen es del latín dominus (señor, propietario, amo), y se usa delante del nombre propio o del nombre propio seguido del primer apellido, por ejemplo: Don Jesús Álvarez, o Don Jesús.
En la Edad Media, este tratamiento sólo podía aplicarse a los reyes y a los cargos más altos de la Iglesia y de la Nobleza, y poco a poco fué extendiéndose su uso al resto de la hidalguía. En 1611, Felipe III limitó su uso a "obispos, condes, mujeres e hijas de los hidalgos y los hijos de personas tituladas, aunque fuesen bastardos".
Con el paso de los siglos, el uso del Don se ha ido generalizando, sobretodo a partir de finales del siglo XVIII, a todos los estamentos sociales. En la actualidad, tengo la impresión que está quedando circunscrito a ámbitos más formales, claro que puede ser debido también a la desaparición de la cortesía y la buena educación.
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