Estoy triste. Tengo pesadumbre, desazón, disgusto, inquietud interior. Tengo padecimiento y tristeza. Una melancolía funesta, dolorosa y difícil de soportar.Me embarga un sordo dolor de desánimo y desolación.
¿El motivo? Que existo. Y no encuentro motivo para justificar tal acontecer.
Jamás descubriré la pólvora. Jamás tendré nietos. Jamás haré algo que merezca un mínimo recordatorio por parte de nadie. Y a mi tumba nadie llevará flores
Y si todo eso acontece, ¿porqué estar aquí?, ¿para qué estar aquí?.
Sólo me mantiene el empecinamiento y la terquedad. Y la esperanza de que mañana pueda ayudar a alguien y probar con razones convincentes que he vivido para algo.
El problema es que, de vez en cuando, no creo en la esperanza.
¿El motivo? Que existo. Y no encuentro motivo para justificar tal acontecer.
Jamás descubriré la pólvora. Jamás tendré nietos. Jamás haré algo que merezca un mínimo recordatorio por parte de nadie. Y a mi tumba nadie llevará flores
Y si todo eso acontece, ¿porqué estar aquí?, ¿para qué estar aquí?.
Sólo me mantiene el empecinamiento y la terquedad. Y la esperanza de que mañana pueda ayudar a alguien y probar con razones convincentes que he vivido para algo.
El problema es que, de vez en cuando, no creo en la esperanza.
1 comentario:
¿desde cuando tienes bola de cristal?
Ya veremos qué es lo que tiene que decir el futuro de todas esas cuestiones.
besos
(este cuadro de Munch es fascinante)
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