09 septiembre 2008

Berthe Morisot

La lectura
Berthe Morisot (1869-1870)

¿Cuántos nombres de pintores eres capaz de enumerar? Y ahora, ¿cuántos nombres de pintoras?

Si, si. No me estoy equivocando. Ha habido grandes pintoras, igual que grandes escultoras, poetas o científicas....y una de esas pintoras fué Berthe Morisot.

Nació en 1841, en Bourges, pero siendo niña se trasladó a París con su familia. Pronto se sintió seducida por la pintura, siendo su maestro Camille Corot, uno de los más famosos paisajistas de la época. En 1868 conoce a Edouard Manet y éste, fascinado por su belleza, la hace posar para varias composiciones. La amistad crece y Berthe poco a poco va a conociendo al círculo de pintores que pululaban por París en aquella época. También se enamora, y al poco se casa, con el hermano menor de Manet, Eugène, que será el padre de su única hija Julie Manet.

Como pintora impresionista hay que decir que representa todo lo que aquel -ismo era. Con su obra pretendía captar la luz, la inmediatez, sin importar demasiado las formas. Los colores , las transparencias, se utilizan para captar el momento. Se trata de atrapar el instante a través de la luz. La obra de Morisot está llena de calidades transparentes, irisoladas, que traza con grandes pinceladas, aplicadas libremente en todas direcciones.Y como cualquier otro impresionista, Morisot va a pintar escenas que le son conocidas, momentos domésticos, en donde abundan las mujeres y los niños, porque aunque avanzada para su época no deja de tener cerrados muchos círculos por el hecho de haber nacido mujer. Su madre, su hermana y su propia hija le servirán de modelos muchas veces.

Morisot fallece en el año 1895, dejando a su gran amigo Degas encargado de cuidar a su hija Julie, puesto que antes que Berthe ya habían muerto tanto su madre como su hermana, su marido y su cuñado.

Arriba de todo he puesto una obra de Berthe Morisot, se titula La Lectura, y está pintada entre 1869 y 1870. En la actualidad se puede visitar en la Galería Nacional de Arte de Washington. En ella la autora nos muestra a su madre leyendo un libro, mientras su hermana se ha quedado pensativa, ensimismada.

Buscando información sobre su biografía he encontrado un retrato que de ella hizo Edouard Manet, y que creo ha sabido captar la intensa energía que debía despedir esta mujer por cada poro de su piel. Joven y guapa, es pura vitalidad.


Y es que también hay mujeres que se han dedicado a esto de la pintura, y además lo han hecho muy bien. ¡Ya es hora de que vayamos sabiendo de ellas!


Berthe Morisot con ramillete violeta

Manet (1872)
Óleo sobre lienzo.

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