11 febrero 2009

Camille Claudel

Camille Claudel nace en 1864 en Fére-en-Tardenois, en la Champagne francesa, en el seno de una familia burguesa. Desde muy pequeña siente inclinación hacia el arte, principalmente la escultura, y pese a las protestas de sus progenitores, principalmente de su madre que considera que el arte en general y la escultura en particular no son labores adecuadas para una señorita de su posición, consigue entrar en el año de 1883 en la academia Colarussi de París, una de las pocas que aceptan mujeres en Francia en aquellos años.

Al poco tiempo de instalarse en la capital francesa conoce a Auguste Rodin y poco después comienza a trabajar en su taller. Ambos se hacen amantes y Camille no sólo es alumna del maestro, también es amante, modelo y musa de un artista con el conecta plenamente. Y aunque Rodin ya tiene otra mujer, la relación apasionada y tormentosa, llena de enfrentamientos y competencia solamente se romperá en 1895, cuando Claudel se de cuenta que Rodin jamás dejará a su mujer por ella.

Camille inicia una nueva relación sentimental con Claude Debussy, pero éste también es un hombre casado y tantos problemas personales hacen que mientras artísticamente esta joven adelantada a su época triunfe, su persona sufra crisis emocionales muy profundas que van a minar su salud y desembocarán en una paranoia que hará que durante semanas se encierre en su casa, esculpiendo y luego destruyendo la obra. Su última exposición tiene lugar en 1905 para intentar arreglar su maltrecha economía.

Con la muerte de su padre en 1913, desaparece su único apoyo familiar junto con el de su hermano Paul, y a la semana es internada en el sanatorio de Ville-Evrard para, poco después, ser trasladada al manicomio de Montdevergues.

Fué una muerte en vida porque en Montdevergues va a pasar el resto de su vida, treinta años en las que tenía prohibidas las visitas (solamente fué visitada por su hermano Paul en cinco ocasiones durante todos esos años). Olvidada por su familia murió el 19 de octubre de 1943 y fué enterrada en una tumba sin nombre en la misma clínica mental y cuando sus descendientes quisieron recuperar los restos para guardarlos en una tumba digna, la institución mental les contestó que habían desaparecido luego de diversas ampliaciones de las instalaciones.

Y yo quiero recuperar el recuerdo de esta mujer, totalmente eclipsada y tapada por su mentor-amante y por una rancia sociedad, a pesar de su gran talento artístico.

El abandono, 1888



Nota: Muy interesante lo que se puede leer aquí, aunque está en francés merece la pena visitar el enlace porque además hay más fotografías de otras obras suyas.

2 comentarios:

raindrop dijo...

Sin duda, está entre los mejores escultores del XIX (codo con codo con Rodin), aunque haya sido olvidada en muchos tratados de Historia del Arte.
Aún recuerdo aquella gran película "La pasión de Camille Claudel". Un buen intento para que no se pierda la memoria de esta gran artista.

besos

Pilar dijo...

A mí me da pena que haya sido tratada tan injustamente como artista, pero siento mucho más lo mucho que ha debido de sufrir encerrada en un manicomio durante tantos y tantos años, sobretodo pensando en la forma en que se trataba a sus moradores en aquella época.

Saúdos.